viernes, 27 de marzo de 2015

Paul Delvaux con 'Los laberintos del arte'

El pasado domingo acudimos a una exposición de la mano de 'Los laberintos del arte', un grupo cultural que, más allá del rígido concepto de visita guiada, nos invita a hacernos preguntas, a desarrollar un espíritu crítico y a descubrir nuevas perspectivas, sin las ataduras de lo preestablecido.

Sus recorridos no son lineales, sino que, huyendo de los prejuicios, exploran multitud de caminos, a los que no solemos entrar por entender que pertenecen a la esfera de unos pocos. Con ese ánimo llegamos al Museo Thyssen-Bornemisza, donde visitamos la muestra dedicada al pintor belga Paul Delvaux (1897-1994), que se celebrará hasta el próximo 7 de junio.



Gracias a Manuel, nuestro maestro de ceremonias, nos preguntamos hasta qué punto cabe catalogar a este artista dentro del surrealismo, como los propios organizadores de la exposición se encargan de enfatizar. Y descubrimos que, por su origen acomodado, su tensa relación con René Magritte, su propia concepción de la pintura y la forma de proyectar su obra, esa etiqueta tal vez no sea del todo exacta.

Asimilamos su singular lenguaje pictórico, dominado por mujeres desnudas, esqueletos, espejos, arquitecturas y estaciones ferroviarias. Y comprendimos que las teorías que intentan explicarlo, las que suelen reflejar los libros académicos, quizá pequen de ser demasiado conclusivas, movidas por ese afán de que todo tiene que tener una intención, cuando a lo mejor solo hay que buscar motivaciones.

Descubrimos que era un hombre muy culto, que admiraba a Julio Verne, que conocía a los clásicos y que todo ello tiene un reflejo directo en sus cuadros.

Y que, en contra del lema de la exposición, ‘Paseo por el amor y la muerte’, su pintura está llena de vida, incluso en sus famosos esqueletos, que, lejos de ser expresiones macabras, propias del Tánatos, se comportan como los vivos.

Fueron muchas las sensaciones, muchas las experiencias y mucho lo aprendido. Agradecemos a ‘Los laberintos del arte’ su buen hacer y su capacidad para hacernos traspasar las numerosas puertas que se disponen alrededor de un cuadro, una escultura, una fotografía o un edificio. Nuestra enhorabuena a Manuel y a todo su equipo. 


2 comentarios:

  1. Buenas tardes, Jesús.

    Es todo un placer realizar este itinerario con una persona con la mente abierta y que se atreve a entrar en los juegos que nos propone Paul Delvaux.

    Mil gracias por tus palabras. Un abrazo

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  2. Muchas gracias a vosotros. Hacéis una labor magnifica, altamente recomendable.

    Un abrazo muy fuerte, Jesús

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